Dios no tiene nulo que percibir con engañarnos, pero nosotros tenemos todo que perder si no confiamos en Él, pero Dios es misericordioso y fiel a sus promesas.No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan perfectamente a aquellos que las escucha